Cáñamo

Fibra de cáñamo VS fibra de algodón

La fibra de cáñamo y la de algodón son fibras naturales y se cultivan desde hace miles de años, pero con importantes diferencias en su cultivo y, sobre todo, en su procesamiento.

Hoy trataremos de compararlas, analizando e intentando comprender cuál de las dos es la más sostenible para nuestro querido planeta. Hoy vamos a hablar del cáñamo y el algodón cultivados de forma tradicional y no ecológica. En los últimos años ha crecido mucho el cultivo de algodón orgánico, gracias a su impacto medioambiental infinitamente menor que el del algodón no orgánico. Desgraciadamente, aún estamos muy lejos de alcanzar un punto de inflexión, basta pensar que en 2017 (fuente: informe Textile Exchange 2018) solo el 0,5% del algodón producido a nivel mundial era ecológico.

Breve historia de la fibra de algodón

El algodón es una fibra textil natural obtenida de la lana de algodón, perteneciente a la familia Malvaceae del género Gossypium; actualmente es la fibra natural más utilizada en la confección, en parte debido a su menor coste de producción en comparación con otras fibras naturales.

Los hallazgos arqueológicos datan el uso del algodón hace unos 9000 años, en el valle del Indo.

Siempre se ha cultivado en varios continentes con diferencias de color: en Egipto es amarillento, en Asia marrón rojizo y en América blanco; en Europa se consideraba un bien de lujo hasta el descubrimiento de América, a partir de entonces, gracias a la reducción de los costes y del tiempo de producción, y a la invención de la desmotadora de algodón, su cultivo despegó también en el viejo continente.
Hoy en día se produce en casi todo el mundo, de hecho su producción es la base de la economía de varios países como China, Estados Unidos e India.

fibra de algodon

 

Breve historia de la fibra de cáñamo

El cáñamo, una variante del Cannabis Sativa L., es un tipo de planta perteneciente a las angiospermas de la familia de las Cannabáceas. La fibra textil se obtiene del floema de los tallos de las plantas de cáñamo que se procesan para obtener una fibra de diferentes consistencias. Su cultivo se remonta a más de 10.000 años, lo que lo convierte en uno de los cultivos más antiguos de la humanidad, y gracias a su adaptabilidad a los distintos climas puede cultivarse en todos los continentes.

En suelos y climas propicios, puede crecer hasta siete metros de altura y su capacidad para enriquecer el suelo, en lugar de empobrecerlo, permite su cultivo repetido en el mismo terreno. Esta capacidad se denomina fitorremediación. La fitorremediación (del griego φυτος, planta), o fitoterapia es un proceso natural que limpia los suelos de metales pesados e induce la degradación de los compuestos orgánicos de los suelos contaminados. Sólo algunas plantas son capaces de fitorremediación de contaminantes del suelo a través de sus raíces, lo que se denomina técnicamente hiperacumuladores.
Desgraciadamente, la llegada de leyes prohibicionistas y de motivación económica consiguió dejar de lado su uso a pesar del enorme potencial y la versatilidad de la fibra de cáñamo.
Lea nuestro artículo sobre la historia del cáñamo para conocer más detalles.

fibra de canamo

 

El reto en detalle

  CÁÑAMO ALGODÓN
1. Agua por 1 kg de fibra 500 l 11000 l
2. Plaguicidas necesarios Control biológico Grandes cantidades de plaguicidas químicos
3. Emisiones de CO2 por tonelada de fibra (cultivo y producción) 4,05Kg (totalmente recuperado por absorción durante el cultivo) 5,9 (parcialmente recuperado durante el cultivo)
4. Kg de fibra cruda por acre cultivado 500 Kg aprox. 250 Kg aprox.
5. Durabilidad del productoterminado Mejora con cada lavado Se degrada con cada lavado
6. Impacto en la tierra cultivada Beneficioso, gracias al retorno de nutrientes (fitorremediación) La degrada debido al uso intensivo de pesticidas
7. Impacto en las aguas subterráneas Nada Nocivo debido a la gran cantidad de
fertilizantes y plaguicidas

 

El enfrentamiento

Para crecer, el algodón necesita unos 1.400 litros de agua por kilogramo de algodón. Hay que tener en cuenta que algunas zonas del mundo se han desertificado debido a la producción de algodón.
El cáñamo no sólo necesita menos de la mitad de agua que el algodón, sino que también crece mucho más rápido: produce aproximadamente un 200/250% más de fibra en la misma superficie de tierra que el algodón.

Uno de los mayores aspectos negativos del algodón es la cantidad de pesticidas que se utilizan para cultivar la planta. Aunque el cultivo de algodón orgánico se está poniendo de moda, la producción de algodón utiliza alrededor del 25% de los pesticidas que se usan en el mundo. Por supuesto, estas sustancias químicas pueden acabar siendo absorbidas por nuestra piel cuando nos ponemos la ropa.
El cáñamo no requiere pesticidas para crecer y no necesita ningún producto químico para desarrollarse. Esto permite que el cáñamo crezca libre y rápidamente.

En cuanto a la durabilidad, las fibras de algodón se deterioran con el tiempo y cuanto más se lavan, más rápido se estropean. Mientras que la fibra de cáñamo se vuelve progresivamente más suave cada vez que se lava.

El ganador de la batalla es el cáñamo.
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Curiosidades

El 2009 ha sido declarado por la ONU como el Año Internacional de las Fibras Naturales, animando a las naciones a desarrollar iniciativas en relación con el tema. Las fibras textiles naturales se dividen en las de origen vegetal, que son el cáñamo, el algodón, el lino, el yute, el coco, el bambú, el corcho, la ramia, el sisal, la retama, el hibisco, la manila, la paja, el kapok, y las de origen animal, la lana merina, la seda, el shetland, el bluefaiced leicester, la piel, la angora, el cachemir, el camello, el mohair, la alpaca, la pala, la vicuña, el bisonte, el quivuk, la crin de caballo, el biso.

Conclusiones

Llegados a este punto del artículo, te harás una idea de la diferencia sustancial en el impacto medioambiental del cultivo de fibras de cáñamo y de algodón. Puede que seamos parciales, pero los datos hablan por sí solos y el tiempo se acaba: el cambio que queremos para el planeta deriva, en parte, de cada uno de nuestros pequeños gestos.

 

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